Una de las consecuencias de la crisis sanitaria es que muchas empresas españolas se verán forzadas a solicitar concurso de acreedores, pero, ¿cuándo debemos dar ese paso? ¿Es obligatorio en algún momento? ¿Cuándo conviene solicitar concurso de acreedores en Palma de Mallorca?

¿Es obligatorio presentar la solicitud de concurso de acreedores?

La solicitud de concurso de acreedores es una obligación legal que el mismo concursado ha de afrontar llegado un determinado momento. Y además se ha de hacer en un plazo que la Ley contempla, aunque este año se ha alargado esta obligación hasta enero de 2021, pero lo más importante a la hora de plantearse esta posibilidad del concurso es evitar que los administradores y el propio concursado puedan ser responsabilizados de la situación de deudas, incluso en un concurso calificado culpable.

Se trata de una situación bastante habitual que se ha vuelto recurrente, debido a la crisis del covid, y que atendemos con mucha fluidez en nuestra gestoría de Palma de Mallorca. Una situación la de insolvencia que muy a menudo requiere de la ayuda experta de un abogado concursal, al que hemos consultado para la elaboración de este artículo de consejos para esta situación, que puede ser angustiosa por todo lo que significa.

¿Qué razones obligan a iniciar un concurso de acreedores?

La falta de liquidez y de recursos propios, potenciados por la eventual crisis del momento, como el parón económico provocado por la pandemia, pueden conducir al potencial concursado, primero, a una situación de insolvencia actual o inminente, que a su vez puede resultar en la potencial solicitud de un concurso de acreedores.

El concurso de acreedores es un procedimiento que se origina, precisamente, cuando el deudor, que puede ser persona física o jurídica, es incapaz de pagar sus obligaciones con acreedores. Unos acreedores que pueden ser las administraciones, proveedores, instituciones financieras o incluso sus propios trabajadores. Es una situación que contemplamos a menudo en nuestra gestoría en Palma. El simple síntoma de no poder atender dichas obligaciones en tiempo y forma, en los plazos habituales, ya puede ser indicativo de una situación de insolvencia que se debería trasladar a un juzgado de primera instancia o en concreto al juzgado de lo Mercantil.

Pero para poder empezar el procedimiento concursal se tienen que dar primero los requisitos que se contemplan en la Ley Concursal.

El concurso voluntario y el concurso forzoso

El procedimiento de concurso de acreedores puede ser voluntario o forzoso en función de quién lo solicite. Y el deudor que se somete al concurso tiene la obligación, en condiciones normales, de presentar la solicitud de concurso en el plazo de los 2 meses siguientes a la fecha en que es lógico reconocer la propia insolvencia, tanto actual como inminente o próxima.

Una vez admitida a trámite la solicitud, el juez dictamina cuáles son las deudas justificadas del concurso y procede al nombramiento de los correspondientes administradores concursales, cuya función es intermediar con los acreedores los plazos de pagos, las posibles quitas y hasta les puede ser encomendada la potencial administración del concursado si se dan las condiciones que contempla la Ley Concursal. En este caso, los administradores habituales del concursado podrían perder sus facultades de gestión, que pasarían a ser ejecutadas por el administrador concursal.

¿Qué es el convenio de acreedores?

En caso de acuerdo, los administradores concursales se avendrían a la firma de un convenio de acreedores que contemplaría los plazos e importes que se van a abonar. Esto sería un convenio y se tienen que cumplir ciertas condiciones para llegar a alcanzarlo y que el juez lo acepte como tal. Por el contrario, si no se da el acuerdo del concursado con los acreedores, o éste no se cumple o el concursado va directo a la quiebra, el juzgado procederá a la inmediata liquidación de la sociedad, que desaparecerá de los registros públicos.

Nuestra gestoría en Palma de Mallorca se ocupa a menudo de estas situaciones, que son habituales pero deben ser atendidas de la manera mejor posible y siempre con la ayuda experta de abogados concursales.

¿Qué es el concurso necesario?

El concurso necesario se produce cuando la solicitud de concurso de acreedores la realiza el acreedor. En este caso concreto, el solicitante del concurso necesario tendrá que argumentar la insolvencia de su deudor, que se hace fáctica en el sobreseimiento general en el pago corriente de sus obligaciones con los acreedores; en la circunstancia de que haya embargos por ejecuciones pendientes contra el patrimonio del deudor; en el eventual alzamiento o en la liquidación ruinosa de los activos del deudor; en general, todo hecho objetivo que demuestre que el potencial concursado no puede asumir sus obligaciones de pago habituales.

Plazos especiales causados por la crisis sanitaria

El deudor en insolvencia ha visto su plazo obligatorio de presentación de solicitud de concurso hasta el 31 de diciembre de 2020, y ha sido así durante más de medio año de 2020.

Antonio Almendros es un abogado experto en concurso de acreedores en Palma de Mallorca y es colaborador de nuestra gestoría. Como experto en Derecho Concursal en Mallorca, nos ofrece aquí sus consejos más básicos para todos aquellos que se estén planteando acudir a un concurso de acreedores.

La situación de insolvencia se da cuando no podemos abonar regularmente todas o algunas de las obligaciones habituales por falta de recursos económicos. Y es normalmente deseable que el propio concursado tome la iniciativa de solicitar el concurso, para evitar males mayores e incluso su propia responsabilidad culposa en un concurso inevitable y calificado culpable.

En caso contrario, para un concurso promovido por los propios acreedores, hay que decir que será precisa la concurrencia de varios acreedores para que se pueda declarar el concurso.

No ignorar la situación de insolvencia y actuar cuanto antes

En todo caso, no es tan recomendable ignorar las obligaciones de pago y dejar morir la empresa sin más, por mero cese de la actividad, nos dice el abogado experto concursal Antonio Almendros, puesto que dicha actitud podría degenerar en peores consecuencias, las ya referidas, cuando el juez pueda determinar la calificación culpable del concurso. Una calificación culpable del concurso de acreedores que puede tener su reflejo negativo en el patrimonio personal del concursado, pues una quiebra con deudas es potencialmente penal.

Pero, entonces, ¿qué puedo hacer si no soy capaz de pagar las deudas y mis acreedores me las reclaman?

Llama a un abogado experto en concurso de acreedores

Antonio Almendros nos recuerda lo importante que es, como en otros procedimientos judiciales, la ayuda experta de un profesional:

Lo mejor es consultar cuanto antes a un experto en concursos de acreedores, pues un procedimiento concursal puede ser el salvavidas en una eventual crisis de insolvencia, mientras que el no hacer nada sólo conseguirá empeorar lo que ya tenemos. El tiempo siempre va a jugar en contra del potencial concursado.

El concurso de acreedores es una herramienta jurídica que siempre intenta el objetivo de reflotar al concursado, en su propia actividad, o en todo caso que el mismo no se vea lastrado por las deudas originadas por dicha actividad económica y que al final lo pague con su patrimonio personal.

Una de las consecuencias de la crisis sanitaria es que muchas empresas españolas se verán forzadas a solicitar concurso de acreedores, pero, ¿cuándo debemos dar ese paso? ¿Es obligatorio en algún momento? ¿Cuándo conviene solicitar concurso de acreedores en Palma de Mallorca?

¿Es obligatorio presentar la solicitud de concurso de acreedores?

La solicitud de concurso de acreedores es una obligación legal que el mismo concursado ha de afrontar llegado un determinado momento. Y además se ha de hacer en un plazo que la Ley contempla, aunque este año se ha alargado esta obligación hasta enero de 2021, pero lo más importante a la hora de plantearse esta posibilidad del concurso es evitar que los administradores y el propio concursado puedan ser responsabilizados de la situación de deudas, incluso en un concurso calificado culpable.

Se trata de una situación bastante habitual que se ha vuelto recurrente, debido a la crisis del covid, y que atendemos con mucha fluidez en nuestra gestoría de Palma de Mallorca. Una situación la de insolvencia que muy a menudo requiere de la ayuda experta de un abogado concursal, al que hemos consultado para la elaboración de este artículo de consejos para esta situación, que puede ser angustiosa por todo lo que significa.

¿Qué razones obligan a iniciar un concurso de acreedores?

La falta de liquidez y de recursos propios, potenciados por la eventual crisis del momento, como el parón económico provocado por la pandemia, pueden conducir al potencial concursado, primero, a una situación de insolvencia actual o inminente, que a su vez puede resultar en la potencial solicitud de un concurso de acreedores.

El concurso de acreedores es un procedimiento que se origina, precisamente, cuando el deudor, que puede ser persona física o jurídica, es incapaz de pagar sus obligaciones con acreedores. Unos acreedores que pueden ser las administraciones, proveedores, instituciones financieras o incluso sus propios trabajadores. Es una situación que contemplamos a menudo en nuestra gestoría en Palma. El simple síntoma de no poder atender dichas obligaciones en tiempo y forma, en los plazos habituales, ya puede ser indicativo de una situación de insolvencia que se debería trasladar a un juzgado de primera instancia o en concreto al juzgado de lo Mercantil.

Pero para poder empezar el procedimiento concursal se tienen que dar primero los requisitos que se contemplan en la Ley Concursal.

El concurso voluntario y el concurso forzoso

El procedimiento de concurso de acreedores puede ser voluntario o forzoso en función de quién lo solicite. Y el deudor que se somete al concurso tiene la obligación, en condiciones normales, de presentar la solicitud de concurso en el plazo de los 2 meses siguientes a la fecha en que es lógico reconocer la propia insolvencia, tanto actual como inminente o próxima.

Una vez admitida a trámite la solicitud, el juez dictamina cuáles son las deudas justificadas del concurso y procede al nombramiento de los correspondientes administradores concursales, cuya función es intermediar con los acreedores los plazos de pagos, las posibles quitas y hasta les puede ser encomendada la potencial administración del concursado si se dan las condiciones que contempla la Ley Concursal. En este caso, los administradores habituales del concursado podrían perder sus facultades de gestión, que pasarían a ser ejecutadas por el administrador concursal.

¿Qué es el convenio de acreedores?

En caso de acuerdo, los administradores concursales se avendrían a la firma de un convenio de acreedores que contemplaría los plazos e importes que se van a abonar. Esto sería un convenio y se tienen que cumplir ciertas condiciones para llegar a alcanzarlo y que el juez lo acepte como tal. Por el contrario, si no se da el acuerdo del concursado con los acreedores, o éste no se cumple o el concursado va directo a la quiebra, el juzgado procederá a la inmediata liquidación de la sociedad, que desaparecerá de los registros públicos.

Nuestra gestoría en Palma de Mallorca se ocupa a menudo de estas situaciones, que son habituales pero deben ser atendidas de la manera mejor posible y siempre con la ayuda experta de abogados concursales.

¿Qué es el concurso necesario?

El concurso necesario se produce cuando la solicitud de concurso de acreedores la realiza el acreedor. En este caso concreto, el solicitante del concurso necesario tendrá que argumentar la insolvencia de su deudor, que se hace fáctica en el sobreseimiento general en el pago corriente de sus obligaciones con los acreedores; en la circunstancia de que haya embargos por ejecuciones pendientes contra el patrimonio del deudor; en el eventual alzamiento o en la liquidación ruinosa de los activos del deudor; en general, todo hecho objetivo que demuestre que el potencial concursado no puede asumir sus obligaciones de pago habituales.

Plazos especiales causados por la crisis sanitaria

El deudor en insolvencia ha visto su plazo obligatorio de presentación de solicitud de concurso hasta el 31 de diciembre de 2020, y ha sido así durante más de medio año de 2020.

Antonio Almendros es un abogado experto en concurso de acreedores en Palma de Mallorca y es colaborador de nuestra gestoría. Como experto en Derecho Concursal en Mallorca, nos ofrece aquí sus consejos más básicos para todos aquellos que se estén planteando acudir a un concurso de acreedores.

La situación de insolvencia se da cuando no podemos abonar regularmente todas o algunas de las obligaciones habituales por falta de recursos económicos. Y es normalmente deseable que el propio concursado tome la iniciativa de solicitar el concurso, para evitar males mayores e incluso su propia responsabilidad culposa en un concurso inevitable y calificado culpable.

En caso contrario, para un concurso promovido por los propios acreedores, hay que decir que será precisa la concurrencia de varios acreedores para que se pueda declarar el concurso.

No ignorar la situación de insolvencia y actuar cuanto antes

En todo caso, no es tan recomendable ignorar las obligaciones de pago y dejar morir la empresa sin más, por mero cese de la actividad, nos dice el abogado experto concursal Antonio Almendros, puesto que dicha actitud podría degenerar en peores consecuencias, las ya referidas, cuando el juez pueda determinar la calificación culpable del concurso. Una calificación culpable del concurso de acreedores que puede tener su reflejo negativo en el patrimonio personal del concursado, pues una quiebra con deudas es potencialmente penal.

Pero, entonces, ¿qué puedo hacer si no soy capaz de pagar las deudas y mis acreedores me las reclaman?

Llama a un abogado experto en concurso de acreedores

Antonio Almendros nos recuerda lo importante que es, como en otros procedimientos judiciales, la ayuda experta de un profesional:

Lo mejor es consultar cuanto antes a un experto en concursos de acreedores, pues un procedimiento concursal puede ser el salvavidas en una eventual crisis de insolvencia, mientras que el no hacer nada sólo conseguirá empeorar lo que ya tenemos. El tiempo siempre va a jugar en contra del potencial concursado.

El concurso de acreedores es una herramienta jurídica que siempre intenta el objetivo de reflotar al concursado, en su propia actividad, o en todo caso que el mismo no se vea lastrado por las deudas originadas por dicha actividad económica y que al final lo pague con su patrimonio personal.

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