Una pregunta habitual que muchos de los clientes de nuestra gestoría en Palma de Mallorca a la hora crear una empresa es si hacerlo creando una SL o dándose de alta como autónomo. Son las dos grandes posibilidades de ser empresarios en España y a simple vista, si no se conocen sus diferencias, puede pasar inadvertida la amplia diversidad de factores fiscales y de gestión que separan estas dos categorías de empresa. Por esto vamos a ver algunas diferencias importantes entre lo que significa crear una SL en Mallorca o darnos de alta como autónomos.
Las dos alternativas son válidas para desempeñar una actividad empresarial, pero se debe decidir entre una y otra y esto se hace en función del tipo de actividad que se desarrolle y de cuál va a ser el volumen de negocio.
¿Crear una sociedad limitada o darnos de alta como autónomos?
Es necesario que el autónomo se registre en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) para desarrollar su función profesional de una manera legal. Y en función de cómo marche el negocio podría plantearse la alternativa de cambiar el sistema jurídico y empezar una sociedad.
Entre otros beneficios, a la hora de crear una sociedad vamos a encontrar una más baja tributación y la potencial generación de una infraestructura empresarial que nos va a dar pie a crecer y asumir nuevos retos. Y otro problema que tendremos como autónomos es que vamos a responder con nuestro patrimonio personal, una situación que podrá ampliarse a los cónyuges en el caso de que estén casados con régimen de bienes gananciales. Por su parte, cuando se trata de sociedades se cuenta con una importante distinción entre el patrimonio individual y el social o de la empresa. Y los socios deberán hacer frente a las deudas con los recursos financieros que haya aportado cada uno a la sociedad.
¿A partir de qué punto merece la pena pasar de autónomo a sociedad?
¿A partir de qué momento el trabajador autónomo debe pensar si merece la pena pasar de autónomo a sociedad? Entre los 45.000 y 50.000 euros anuales de facturación empieza a ser interesante para el autónomo esta última opción. Hay que pensar que el autónomo tributa por tramos en el RETA, en los cuales va a ser gravado en función de los beneficios que tenga, mientras que una empresa de formato sociedad se ve sujeta a una fiscalidad fija. Por lo tanto, con unos ingresos más altos es más rentable la opción de formar una sociedad. Esto funciona así en todo el país, pero no en Navarra y el País Vasco, en donde las sociedades han abonar el 25% de los beneficios.
¿Qué ventajas tiene la sociedad frente a darse de alta de autónomo?
Veamos pues todas las principales diferencias a la hora de crear una SL o darnos de alta como autónomos en Palma de Mallorca o donde nos encontremos.
La responsabilidad frente a deudas es menor en las sociedades
Que tu patrimonio personal quede en entredicho por un problema relacionado con tu actividad profesional es una razón más poderosa para constituir una sociedad. Al formar una sociedad, se consigue limitar la responsabilidad a nuestra aportación al capital social (SL) o las correspondientes participaciones accionariales (SA).
La carga fiscal es menor en una sociedad que para un autónomo a partir de un determinado nivel de ganancias
La presión fiscal en un autónomo puede alcanzar el tipo marginal máximo del casi 50% frente al 30% del Impuesto de Sociedades, que incluso puede ser reducido. El porqué de la alta carga fiscal de los autónomos estriba en la naturaleza progresiva del IRPF, lo que en la práctica supone sumar a los ingresos generados por la actividad económica del autónomo ciertas plusvalías. Por ejemplo, las producidas por la venta o alquiler de un inmueble familiar o las resultantes de inversiones bursátiles.
A partir de un beneficio de unos 90.000 euros es rentable el cambio de autónomo a sociedad
Como sociedad, el tope impositivo queda establecido por el Impuesto de Sociedades, existen más desgravaciones fiscales y se cuenta con la ventaja añadida de poder asignarse un sueldo. Además, también se cuenta con acceso a deducciones por I+D+i que están vedadas para los autónomos.
Sin duda alguna, a partir de un beneficio de unos 90.000 euros es rentable el cambio de autónomo a sociedad.
Las sociedades tienen acceso a otras sociedades y grandes empresas como clientes
Las multinacionales, por lo general, sólo subcontratan a sociedades. Una circunstancia que tiene su explicación en que pueden solicitar información empresarial para valorar mejor sus ratios, su solvencia y la garantía de un suministro asegurado durante un periodo de tiempo concreto.
Si tienes que contratar personal, como empresa, te puedes beneficiar de deducciones en el Impuesto de Sociedades
¿Y qué hacemos con los empleados que ya tenemos en plantilla? Es posible mantener la plantilla actual, pese al cambio, a través de la subrogación empresarial, que es un recurso legal que les permite preservar sus derechos y obligaciones. No supone ningún coste de despido para la empresa, tampoco. Eso sí, si la empresa se inicia con una actividad económica diferente a la que teníamos, como profesionales autónomos, será preciso negociar la extinción de los contratos con el personal y efectuar otros nuevos.
La imagen de la sociedad es mejor que la del autónomo
La imagen del autónomo está asociada a provisionalidad y una posible merma de profesionalidad: ser SL o SA tiene mucho más atractivo y aporta más seriedad, sobre todo, si se trata de clientes que son grandes empresas y bancos. Y podremos negociar desde una imagen de mayor igualdad con estos grandes.
Puedes ofrecer un servicio mucho más integral como sociedad que como autónomo
A veces pasa que nuestros clientes se ven atraídos a una solución que pasa por contratar otros servicios, complementarios a lo que hacemos, que no son exactamente los que nosotros ofrecemos. Y perdemos esa posibilidad de abarcar cada una de esas necesidades, que al fin y al cabo son oportunidades perdidas. Y es entonces cuando la subcontratación que se produce entre autónomos se puede o debe transformar en algo más, una sociedad de profesionales, que den respuesta a esos desafíos pendientes.
Si somos autónomos y cotizamos por estimación objetiva de módulos esto tiene un límite de rendimientos íntegros
Tras la última reforma del IRPF, los rendimientos íntegros de los autónomos que tributan por módulos no pueden ser superiores a los 450.000 euros al año, que se convierten en 300.000 euros en el sector de las actividades agrícolas y ganaderas. A partir de esa cifra de negocio existe la obligación de pasar al régimen de estimación directa o de crear una sociedad.
Con una sociedad diversificamos el riesgo
En estos tiempos inciertos no conviene depositar todos los huevos en el mismo cesto. Y la recomendación lógica es, por tanto, diversificar el riesgo. Tal vez con esas actividades en torno a nuestro negocio principal que es posible convertir en oportunidades.
Una buena manera de dar entrada a socios en el negocio
Si como autónomo hemos pensado que es hora de convertir a nuestros colaboradores en socios, por qué no, la mejor manera es convertirnos en una verdadera empresa. Y, a poder ser, en una sociedad limitada en la que cada cual es responsable del capital que aporta.
Nuestros bienes como autónomos no tributan al traspasarlos a la empresa, eso sí, siempre que elijamos el régimen fiscal de aportaciones dinerarias, pues se supone que no generan plusvalías. Y esto se haría efectivo en la constitución de la sociedad, como parte del capital social. El requisito es comunicar a la administración tributaria que optas por esa modalidad del régimen fiscal de aportaciones no dinerarias. Y registrar en la escritura de la sociedad los activos de tu actividad como autónomo que pasan a formar parte de la empresa.
Ser empresa es requisito para poder presentarse a los concursos
Ser empresa es un requisito fundamental para tener el derecho a acceder a concursos públicos y licitaciones. El problema es que las licitaciones públicas van a analizar nuestra solvencia, la consolidación de la actividad y si mostramos un balance favorable.
Ser empresa es fundamental para recibir financiación
La mayoría de bancos y cajas consideran a los autónomos dentro del segmento de particulares, por lo que la oferta de productos financieros que les ofrecen no coincide tanto con sus necesidades. Por tanto, si nos constituimos en empresa, podremos recibir crédito con mayor facilidad para financiar nuestro capital circulante.
¿Crear una sociedad limitada o darnos de alta como autónomos en Palma de Mallorca?
Esperamos haber resuelto algunas de vuestras dudas a la hora de plantearos la diatriba de crear una sociedad limitada o darse de alta como autónomos en Palma de Mallorca o donde te encuentres. Y considera que nosotros podemos encargarnos de todo por ti.
Una pregunta habitual que muchos de los clientes de nuestra gestoría en Palma de Mallorca a la hora crear una empresa es si hacerlo creando una SL o dándose de alta como autónomo. Son las dos grandes posibilidades de ser empresarios en España y a simple vista, si no se conocen sus diferencias, puede pasar inadvertida la amplia diversidad de factores fiscales y de gestión que separan estas dos categorías de empresa. Por esto vamos a ver algunas diferencias importantes entre lo que significa crear una SL en Mallorca o darnos de alta como autónomos.
Las dos alternativas son válidas para desempeñar una actividad empresarial, pero se debe decidir entre una y otra y esto se hace en función del tipo de actividad que se desarrolle y de cuál va a ser el volumen de negocio.
¿Crear una sociedad limitada o darnos de alta como autónomos?
Es necesario que el autónomo se registre en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) para desarrollar su función profesional de una manera legal. Y en función de cómo marche el negocio podría plantearse la alternativa de cambiar el sistema jurídico y empezar una sociedad.
Entre otros beneficios, a la hora de crear una sociedad vamos a encontrar una más baja tributación y la potencial generación de una infraestructura empresarial que nos va a dar pie a crecer y asumir nuevos retos. Y otro problema que tendremos como autónomos es que vamos a responder con nuestro patrimonio personal, una situación que podrá ampliarse a los cónyuges en el caso de que estén casados con régimen de bienes gananciales. Por su parte, cuando se trata de sociedades se cuenta con una importante distinción entre el patrimonio individual y el social o de la empresa. Y los socios deberán hacer frente a las deudas con los recursos financieros que haya aportado cada uno a la sociedad.
¿A partir de qué punto merece la pena pasar de autónomo a sociedad?
¿A partir de qué momento el trabajador autónomo debe pensar si merece la pena pasar de autónomo a sociedad? Entre los 45.000 y 50.000 euros anuales de facturación empieza a ser interesante para el autónomo esta última opción. Hay que pensar que el autónomo tributa por tramos en el RETA, en los cuales va a ser gravado en función de los beneficios que tenga, mientras que una empresa de formato sociedad se ve sujeta a una fiscalidad fija. Por lo tanto, con unos ingresos más altos es más rentable la opción de formar una sociedad. Esto funciona así en todo el país, pero no en Navarra y el País Vasco, en donde las sociedades han abonar el 25% de los beneficios.
¿Qué ventajas tiene la sociedad frente a darse de alta de autónomo?
Veamos pues todas las principales diferencias a la hora de crear una SL o darnos de alta como autónomos en Palma de Mallorca o donde nos encontremos.
La responsabilidad frente a deudas es menor en las sociedades
Que tu patrimonio personal quede en entredicho por un problema relacionado con tu actividad profesional es una razón más poderosa para constituir una sociedad. Al formar una sociedad, se consigue limitar la responsabilidad a nuestra aportación al capital social (SL) o las correspondientes participaciones accionariales (SA).
La carga fiscal es menor en una sociedad que para un autónomo a partir de un determinado nivel de ganancias
La presión fiscal en un autónomo puede alcanzar el tipo marginal máximo del casi 50% frente al 30% del Impuesto de Sociedades, que incluso puede ser reducido. El porqué de la alta carga fiscal de los autónomos estriba en la naturaleza progresiva del IRPF, lo que en la práctica supone sumar a los ingresos generados por la actividad económica del autónomo ciertas plusvalías. Por ejemplo, las producidas por la venta o alquiler de un inmueble familiar o las resultantes de inversiones bursátiles.
A partir de un beneficio de unos 90.000 euros es rentable el cambio de autónomo a sociedad
Como sociedad, el tope impositivo queda establecido por el Impuesto de Sociedades, existen más desgravaciones fiscales y se cuenta con la ventaja añadida de poder asignarse un sueldo. Además, también se cuenta con acceso a deducciones por I+D+i que están vedadas para los autónomos.
Sin duda alguna, a partir de un beneficio de unos 90.000 euros es rentable el cambio de autónomo a sociedad.
Las sociedades tienen acceso a otras sociedades y grandes empresas como clientes
Las multinacionales, por lo general, sólo subcontratan a sociedades. Una circunstancia que tiene su explicación en que pueden solicitar información empresarial para valorar mejor sus ratios, su solvencia y la garantía de un suministro asegurado durante un periodo de tiempo concreto.
Si tienes que contratar personal, como empresa, te puedes beneficiar de deducciones en el Impuesto de Sociedades
¿Y qué hacemos con los empleados que ya tenemos en plantilla? Es posible mantener la plantilla actual, pese al cambio, a través de la subrogación empresarial, que es un recurso legal que les permite preservar sus derechos y obligaciones. No supone ningún coste de despido para la empresa, tampoco. Eso sí, si la empresa se inicia con una actividad económica diferente a la que teníamos, como profesionales autónomos, será preciso negociar la extinción de los contratos con el personal y efectuar otros nuevos.
La imagen de la sociedad es mejor que la del autónomo
La imagen del autónomo está asociada a provisionalidad y una posible merma de profesionalidad: ser SL o SA tiene mucho más atractivo y aporta más seriedad, sobre todo, si se trata de clientes que son grandes empresas y bancos. Y podremos negociar desde una imagen de mayor igualdad con estos grandes.
Puedes ofrecer un servicio mucho más integral como sociedad que como autónomo
A veces pasa que nuestros clientes se ven atraídos a una solución que pasa por contratar otros servicios, complementarios a lo que hacemos, que no son exactamente los que nosotros ofrecemos. Y perdemos esa posibilidad de abarcar cada una de esas necesidades, que al fin y al cabo son oportunidades perdidas. Y es entonces cuando la subcontratación que se produce entre autónomos se puede o debe transformar en algo más, una sociedad de profesionales, que den respuesta a esos desafíos pendientes.
Si somos autónomos y cotizamos por estimación objetiva de módulos esto tiene un límite de rendimientos íntegros
Tras la última reforma del IRPF, los rendimientos íntegros de los autónomos que tributan por módulos no pueden ser superiores a los 450.000 euros al año, que se convierten en 300.000 euros en el sector de las actividades agrícolas y ganaderas. A partir de esa cifra de negocio existe la obligación de pasar al régimen de estimación directa o de crear una sociedad.
Con una sociedad diversificamos el riesgo
En estos tiempos inciertos no conviene depositar todos los huevos en el mismo cesto. Y la recomendación lógica es, por tanto, diversificar el riesgo. Tal vez con esas actividades en torno a nuestro negocio principal que es posible convertir en oportunidades.
Una buena manera de dar entrada a socios en el negocio
Si como autónomo hemos pensado que es hora de convertir a nuestros colaboradores en socios, por qué no, la mejor manera es convertirnos en una verdadera empresa. Y, a poder ser, en una sociedad limitada en la que cada cual es responsable del capital que aporta.
Nuestros bienes como autónomos no tributan al traspasarlos a la empresa, eso sí, siempre que elijamos el régimen fiscal de aportaciones dinerarias, pues se supone que no generan plusvalías. Y esto se haría efectivo en la constitución de la sociedad, como parte del capital social. El requisito es comunicar a la administración tributaria que optas por esa modalidad del régimen fiscal de aportaciones no dinerarias. Y registrar en la escritura de la sociedad los activos de tu actividad como autónomo que pasan a formar parte de la empresa.
Ser empresa es requisito para poder presentarse a los concursos
Ser empresa es un requisito fundamental para tener el derecho a acceder a concursos públicos y licitaciones. El problema es que las licitaciones públicas van a analizar nuestra solvencia, la consolidación de la actividad y si mostramos un balance favorable.
Ser empresa es fundamental para recibir financiación
La mayoría de bancos y cajas consideran a los autónomos dentro del segmento de particulares, por lo que la oferta de productos financieros que les ofrecen no coincide tanto con sus necesidades. Por tanto, si nos constituimos en empresa, podremos recibir crédito con mayor facilidad para financiar nuestro capital circulante.
¿Crear una sociedad limitada o darnos de alta como autónomos en Palma de Mallorca?
Esperamos haber resuelto algunas de vuestras dudas a la hora de plantearos la diatriba de crear una sociedad limitada o darse de alta como autónomos en Palma de Mallorca o donde te encuentres. Y considera que nosotros podemos encargarnos de todo por ti.
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